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Sementerxs nos presenta a un grupo de trabajadoras de la construcción LGBTQ+ de la Ciudad de México cuyas miradas cautivadoras y sonrisas juguetonas son un homenaje a su fuerza, resiliencia y belleza mientras navegan por las precarias condiciones de la ciudad más grande de Norteamérica.
La fotógrafa mexicana Mitzi Falcon retrata a las Sementerxs uniformadas sobre fondos que reflejan tanto su entorno industrial en esta megaciudad de 20 millones de habitantes como las exuberantes texturas naturales de su ciudad natal, la ciudad tropical de San Andrés Tuxtla, en la costa del Golfo de México. La mirada de las Sementerxs brilla en esta serie de retratos, confrontando al espectador con una sensación de intimidad casi desconcertante que atrae y provoca, indicativa del profundo vínculo entre fotógrafo y ellas. Falcón conoció por primera vez a las Sementerxs en sus visitas a la tienda de su madre, al otro lado de la calle de la obra donde trabajan y viven en la capital de México. Allí encontraron a una mujer que compartía su lenguaje; la madre de Falcón también fue una trabajadora de la construcción que desafió los roles de género, reconstruyendo su propia casa tras el terremoto de 1985 que dejó en ruinas gran parte de Ciudad de México. Las Sementerxs llegaban a la tienda de Falcon con cascos y pestañas exuberantes, chalecos naranja brillante y sonrisas coquetas que brillaban radiantes bajo una capa de polvo. Falcon y su madre establecieron un vínculo con las Sementerxs a medida que sus visitas diurnas y sus salidas nocturnas a tomar cerveza se convertían en charlas íntimas sobre sus vidas, esperanzas y sueños, así como sobre los peligros a los que se enfrentaban en la obra, donde los jefes se llevaban rápidamente los cuerpos sin vida de los trabajadores tras repetidos accidentes. Las Sementerxs desafían a la muerte a diario mientras luchan por sus sueños.
La obra de Falcon desafía los estereotipos de género del espectador, planteando cuestiones sobre el poder, la fuerza y la belleza a través de retratos que dan la vuelta a las nociones tradicionales de lo que significa ser un trabajador de la construcción. Falcon lo hace utilizando el fondo de las imágenes para contextualizarlas, contrastando el duro y tradicionalmente masculino entorno de la obra con figuras cuyas autopresentaciones desafían las rígidas normas del género binario.
Ellas confrontan al espectador con sus poderosas y seductoras miradas y su llamativa presentación de sí mismas, provocándonos e invitándonos simultáneamente a un espacio fluidamente queer. Con sus miradas, las Sementerxs alteran la estructura de poder de la imagen y de la sociedad en la que viven. Llegaron a la Ciudad de México en busca de oportunidades y, sin embargo, en la capital se encontraron en lo más bajo de la estructura salarial, trabajando en condiciones precarias y con pocas posibilidades de movilidad, ya que enviaban gran parte de sus ingresos para ayudar a sus seres queridos en su ciudad natal. Sin embargo, en estas fotos, controlan la escena tanto como el espectador con sus ojos; son poderosos iconos, a la vez fuertes y delicados, que evocan escenas queer de desafío, juego y erotismo que tientan al espectador con lo que viene a continuación sin ceder un poco de control. La intemporalidad de las miradas de las Sementerxs refleja su estrecha relación con el fotógrafo. Falcon creció en la comunidad queer; Paco, el mejor amigo de su madre, era un icono local que organizaba espectáculos drag con un telón rojo en la puerta de al lado.
En su tienda, las Sementerxs encontraron un refugio que resonaba con su propia experiencia en su ciudad natal, donde la identidad queer y trans es ampliamente celebrada. La fluidez de sus identidades al navegar entre lo queer y lo trans, lo rural y lo urbano, lo homo y lo hetero, está simbolizada por la x de Sementerxs, que desafía el rígido binario de género a/o de la gramática española para imaginar posibilidades alternativas. En los retratos de Falcon, la determinación de las Sementerxs brilla con luz propia mientras construyen el futuro siendo fieles a sí mismas. Las Sementerxs son las constructoras olvidadas de la metrópolis y de la nación; en una época de creciente intolerancia en todo el mundo, los retratos revelan una belleza, una resistencia, una alegría y un orgullo perdurables.
Alex Shams, Curador